Viernes por la noche, después de un día de trabajo bastante movido me reuní con un viejo amigo del colegio por cuestiones de negocios, pero obviamente al final nos quedamos conversando de los amigos, de las novedades, lo que viene y lo que va, así que al final decidimos ir a continuar la conversación junto a mi enamorada en el lugar de siempre (o al menos al que casi siempre voy :P) con unas chelas y patacones con queso.
Avanzaba la noche y nos reíamos, reflexionabamos, conversabamos y aguantabamos frío... De repente alcanzo a ver a otro viejo amigo, pero esta vez era de los del grupo de la U. salgo a saludarlo y mientras conversabamos por un momento comienzo a escuchar un murmullo que va creciendo, paso siguiente la escena que ven a continuación:
La calle totalmente cerrada y los curiosos acercándose a los carros de los vigilantes de tránsito (aproximadamente 6 carros), junto unas 4 camionetas de la policía metropolitana y 2 camiones de tipo militar, sin salir de mi asombro lo único que se me ocurrió, acá se armó el kilombo o va a pasar alguien más grande que el presidente.
Realmente lo que sucedía era mucho más simple, de repente recibo un mensaje de mi enamorada indicandome que estaban cerrando el local donde estabamos que debíamos pagar la cuenta y retirarnos (la cosa se ponía cada vez más rara), corro hacia el lugar para ver qué pasaba y lo que encuentro es que los 2 camiones que vi llegar estaban llenandose de gente que había estado bebiendo en plena calle, hombres, mujeres, todo lo que estuviera por ahí y tuviera algo de alcohol en la sangre desfilaba por la entrada trasera del camión.
Vaya despliegue, entonces entendí lo que sucedía, desde hace algunos años está prohibido consumir bebidas alcohólicas en la vía pública, al comienzo fue efectivo, pero últimamente a la gente se le había olvidado al parecer pues nuevamente lo estaban haciendo y más aún en la zona de Urdesa de forma descarada y sin cuidado. Asumo que la idea era darles una lección como para que por un tiempo no se les olvide.
La nota cómica de la noche la puso un borrachito que justo mientras el camión se comenzaba a alejar del lugar sacó la cabeza por la parte superior de la cabina del conductor y comenzó a gritar mientras agitaba sus brazos diciendo: "chaaao, chaaaao, vengan suban que ya nos vamos, vámonos". Asumo que no estaba muy consciente de a donde iba a ir a parar.
Lo más extraño es que muchos locales cerraron de forma inmediata sin tener razón verdadera para hacerlo y luego de una hora cuando volvimos a pasar por el lugar había gente nueva, borrachos nuevos y todo parecía en calma, como si nunca hubiera pasado nada :S
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