Rudd-o hace algunos días me puso la tarea de contar mi peor accidente de tránsito, la gente que me conoce desde el colegio probablemente la ha escuchado muchas veces, otros lo escucharan por primera vez. Aprovechando la situación he decidido contar la historia diferente a como siempre lo solía hacer, lo contaré no como sucedió cronológicamente, sino de la forma como yo lo viví (ya luego entenderán a que me refiero).
En los días en los que "descubrí" Internet (estaba a mediados de 4to curso del colegio) me la pasaba conectado por las madrugadas chateando y leyendo chorradas, razón por la cual casi siempre al día siguiente estaba dormido durante las primeras horas del día (eso me hacía acreedor a una buena puteada diaria por llegar tarde al cole).
En una de esas ocasiones me quedé hasta la madrugada, cuando vi la hora (cerca de las 3AM), me metí a la cama apresurado para por lo menos dormir un par de horas y no llegar como zombie al cole. Lo extraño es que al despertar estaba inmovilizado, me sentía algo aturdido y me dolía el cuerpo, en especial el cuello. De repente vi a mi alrededor a algunas de mis tías llorando y mis dos hermanitos menores estaban a mi lado con los ojos vidriosos (de hecho mi hermano menor y mi hermanita, faltaba el intermedio XD ) . No entendía ni un carajo de lo que sucedía, intentaba hablar y no podía, luego de hacer un esfuerzo logré apenas decir: ¿Qué pasó?. Por un segundo pensé, ¿estoy muerto?.
Mientras comenzaba a hablar mi hermano pude entender al menos donde estaba, era la sala de emergencias de un hospital, mi "cama" era realmente una camilla. Aquel día por la mañana como siempre me había levantado y me había puesto el uniforme para ir al colegio, había desayunado y me habían llevado casi arrastrado hasta el coche (como era de costumbre) y de la misma forma me había acomodado en el asiento trasero y me puse a dormir.
En el camino mi papá iba bastante acelerado debido a que estabamos bastante retrasados y normalmente cerraban la puerta del colegio si nos pasabamos de la hora y para poder entrar había que pasar por todo un proceso bastante engorroso. Poco antes de llegar a nuestra primera parada (el colegio de mi hermana) un taxi se pasó la señal de pare y se incrustó en la puerta trasera de nuestro coche (la puerta lateral trasera, era de 4 puertas) y nos hizo dar vueltas hasta estrellarnos contra un poste en la esquina de la calle.
El pequeño detalle es que en aquella puerta iba yo, más bien, iba acostado sobre esa puerta. Perdí el conocimiento por aproximadamente 10 minutos (ya me habían dado por perdido), intentaron despertarme y nada, cuando llegaron los vigilantes (policía de tránsito para quien no entienda) intentaron sacarme y de la nada "desperté", me pidieron que me baje del coche e intenté hacerlo usando la puerta que estaba totalmente destrozada, me indicaron la salida y bajé por la otra puerta, caminé hasta el patrullero y me subí por mis propios medios.
Al llegar a la clínica una vez más, me bajé sin necesidad de ayuda e ingresé caminando (aunque al parecer primero intenté entrar a la cafetería por la puerta de salida :S). Cuando al fin llegué a la sala de emergencias me sentaron sobre una camilla, me acosté y me dejé caer. Fue en ese momento cuando realmente recobré la consciencia, puesto que fue cuando pude abrir los ojos y ver a mis hermanos.
Para mi nada de eso había pasado, no lograba entender cómo había perdido aproximadamente 6 horas de mi vida. Después de eso me tuvieron como un pedazo de carne de un lado al otro haciéndome exámenes y pruebas. Al final de ese trayecto terminé en una habitación del segundo piso, semidesnudo, con múltiples cortes en la cabeza y un cuello ortopédico (o collarín como dicen algunos).
Algo que vale la pena recalcar es que en ese tiempo yo era extremadamente retraído, de mis compañeros del colegio apenas 3 o 4 sabían mi nombre, el resto sabían que era el tipo flaco que se sienta en la primera fila junto al profe y nunca dice nada. Para mi sorpresa uno de mis amigos con los que andaba un tanto peleado fue el primero en llegar a la clínica, estuvo conmigo casi todo el día, inclusive su hermana (que no me caía muy bien, aunque sus padres me la metían hasta por ojos) me acompañó durante gran parte de la tarde. Luego aparecieron todos mis compañeros del colegio, en pequeños grupos fueron entrando a la habitación.
Otra de las cosas que me dio gusto conocer luego fue que a pesar de que mi mejor amigo (Christian) no estuvo ahí físicamente, se preocupó de llamar y hablar con mis padres, siguiendo de cerca mis avances. No sé cómo lo considere el resto, pero para mi ese fue un día que marcó mi vida, no por las heridas ni por el accidente en sí (y eso que en la noche la enfermera me bañó :S), lo que me marcó fue que me obligó a pensar en mi vida, en lo que había hecho, pero más que nada, en lo que NO había hecho. Antes de ese día me limité a vivir en silencio, sin apreciar mucho lo que tenía, me obligó a despertar y comenzar las cosas de forma diferente. Tanto así que al finalizar el colegio no había uno sólo de mis compañeros de los que no supiera su nombre de pila, o al que no le haya extendido mi mano, aprendí a apreciar a todos quienes me rodeaban.
Extrañamente al entrar a la universidad tuve un pequeño retroceso, volví a ser bastante callado, pero creo que fue necesario para entrar a una nueva etapa de aprendizaje, sobre mi mismo, sobre la gente, sobre la vida.
No sé si se acercaba en algo mi relato a la intención original de esta "cadena" pero creo que es bueno aprovechar y sacar lo mejor de cada historia, creo que es más importante que enterarse de lo que haya hecho o no una persona, sino lo que se pueda rescatar de cada una de nuestras acciones.