La semana pasada (el 25 de marzo) se realizó el evento denominado FLISOL (Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre), el cual se realiza en distintas partes del mundo con la intención de promover el uso del software libre. En Ecuador se realizó en distintas ciudades, entre ellas Guayaquil, Quito, Cuenca, Sto. Domingo, Riobamba y otras más (disculpenme si no nombro todas, pero mi memoria no da pa' tanto :P ).
En Guayaquil la sede del evento fue la Universidad Santa María (de donde salí y ahora voy a ser profesor :D ). En general el evento tuvo buenos resultados, el auditorio se llenó y hubo mucha gente interesada en el software libre.
Mi anécdota va unida y a la vez desconectada a este evento, unida porque me sucedió mientras estaba ahí aunque tenía poco que ver con la temática del evento. Al salir al receso con un amigo fuimos a su coche a dejar un par de papeles, al llegar al estacionamiento nos topamos con un ex-compañero de la universidad que también había asistido al evento. Nuestro compañero se encontraba con su jefe listo para retirarse del lugar, un poco desanimado porque tenía mayores espectativas del evento y uno de los auspiciantes trató de sacar mayor provecho durante la presentación, lo cual opacó el brillo del festival.
Aún así comenzamos a conversar y comentar sobre lo que hacíamos cada uno y qué nos había llevado a ese evento, el jefe de nuestro amigo era realmente locuaz y se hizo fácil mantener una conversación muy interesante a pesar de ser la primera vez que nos veíamos.
Para no alargar la historia, el tipo nos comentó que actualmente se dedicaba a las telecomunicaciones a pesar de haber arrancado con un negocio de desarrollo de software, ¿su justificación? "El software aquí no paga bien."
Con esa frase no nos quiso decir que el desarrollo de software era una mala elección, sino que localmente no se valora el trabajo de los desarrolladores, principalmente por el estigma del desarrollo desordenado y descordinado (a lo cual las universidades locales apenas están comenzando a preocuparse), además de la falta de "educación tecnológica" en los diferentes estratos de nuestra sociedad, especialmente en las empresas, donde aún se considera que los informáticos son vagos o que no producen porque no se puede ver resultados si no es hasta después de mucho tiempo. Sé que no debo generalizar, puesto que sí existen empresarios y ejecutivos que están al tanto del verdadero valor que entrega la tecnología, pero lamentablemente no son mayoría.
Es esta intangibilidad de nuestro trabajo el que hace que se dificulte demostrar lo que hacemos y su valor, muchas veces por ejemplo para un ejecutivo el esfuerzo en hacer un portal corporativo es el mismo que hacer una página web con una foto y 2 párrafos, si total al final se ven iguales, ambas tienen letras y colorcitos.
Retomando el tema original, porqué el tipo renunció finalmente al software, 2 razones, primero, ofreciendo un software de gestión hospitalaria al hospital del ejército a la mitad del precio real, perdió la licitación contra una empresa española, la razón por la que perdió, simple, él era ecuatoriano, y según los militares, obviamente la propuesta española tenía que ser mejor simplemente porque no era de aquí (vaya patriotismo demostrado por los militares).
Casi al mismo tiempo ofreció el software a un hospital en Colombia, compitiendo con la misma empresa española, la diferencia, allí ganó a pesar de que en cambio el costo de su propuesta era mayor. El resultado final, luego de un año el trabajo estaba terminado en Colombia, al 2do año el hospital gana el reconocimiento por su mejora en organización y rendimiento, por ello se autoriza la implementación del mismo sistema en 7 hospitales más. En Ecuador mientras tanto pasaron 5 años, la implementación en el hospital universitario nunca se dio y finalmente los empresarios españoles desaparecieron después de haber cobrado el 75% del costo total del proyecto (500 mil dólares). Y ahora los militares le han pedido al "equipo perdedor" que retome el proyecto una vez más.
Luego de escuchar esta anécdota me quedó un sabor amargo, yo siempre he sido altamente nacionalista, pero hay momentos en los que la gente realmente te empuja a querer dejar de lado el esfuerzo.
Un comentario un tanto aparte de esto, pero a la vez conectado. Una de las principales razones por las cuales el desarrollo de software no se ve motivado en el país (al menos de lo que tengo conocimiento), es que no se incentiva la investigación, a todos quienes les enseñan programación o alguna materia relacionada, siempre la enfocan al área contable o administrativa, resultado final, millares de programadores que saben lo mismo y que están dispuestos a hacer miles de sistemas contables donde repiten una y otra vez el mismo concepto e inclusive los mismos errores. De nuevas tendencias tecnológicas o nuevas propuestas, cero.
Espero que en la nueva aventura que voy a arrancar (justamente voy a ser profesor de un taller de programación) logre motivar a mis alumnos a que no se queden en una visión cuadrada del mundo, que investiguen y vayan más allá de lo que yo les pueda dar o decir, pero principalmente lo hagan porque les gusta y les parece interesante. Así quizá algún día tengamos una nueva perspectiva, no sólo desde el lado de los informáticos, sino también del lado gerencial y ejecutivo.