Durante las últimas semanas he estado con una sola idea metida en mi cabeza, VACACIONES.
Han pasado muchas cosas de las que debo estar agradecido, la empresa ha mejorado mucho, me estrené como articulista para una revista, estoy por cumplir un año como profesor en la universidad, me operé para dejar de usar lentes, etc... En fin, cosas que me dan mucho gusto, pero muchas de esas alegrías también se convirtieron en mucho estrés y aceleración, lo cual de una u otra forma termina afectando mi vida personal, la cual como contraparte en cambio se ha estado volviendo un caos, llegando en el peor de los casos a ponerme altamente irritable.
Recordando uno de los consejos de un antigüo profesor chileno que nos decía: no es lo mismo caminar por un lugar a toda prisa o pensando en tus obligaciones que caminar por esos mismos lugares viendo cada detalle, descubriendo cosas que nunca pensaste que estaban ahí.
Comencé a hacer eso para encontrarme conmigo mismo y con las cosas que me rodean, aunque muchos dicen que es un poco peligroso por la inseguridad de la ciudad decidí comenzar a caminar siempre escuchando música, con calma, observando cada persona, cada sonrisa. Es impresionante como cambia la percepción del mundo.
Por momentos puedes llegar a inventar una historia sobre lo que ves en el camino, en lugar de simplemente ver un grupo de personas reunidas en un centro comercial pasas a ver la expresión del rostro de cada uno, acompañado por la música apropiada, se puede volver una terapia relajante e inclusive una fuente de inspiración para historias (cosa que he dejado olvidad desde hace mucho).
En fin, hasta que tenga mis vacaciones y pueda poner un pie en la playa (mi primera parada), seguiré tratando de ponerle colores y sonidos al mundo :P