Después de leer The Watchmen (debo confesar que lo leo recién porque me hicieron picar después de ver el trailer de la película y preferí leer primero el comic antes de que me caguen la historia en la película), recordé cuantas veces es necesario ver el mundo como si fuera un reloj para saber cómo las piezas encajan y hacen funcionar la compleja maquinaria que llamamos vida. Bueno, realmente no es compleja, somos nosotros los humanos los que nos empeñamos en complicarla.
Dos de los personajes principales (intentaré en lo posible escribir sin dañar o adelantar nada de la película o la novela gráfica), tienen características peculiares con respecto a su forma de ver el mundo, de una manera totalmente analítica, fría y fijándose en los errores de los seres humanos. Son los únicos que entienden porqué muchas cosas que están "torcidas" en el mundo, deben ser así, arrancando desde los juegos políticos, pasando por las guerras hasta las relaciones de pareja.
Uno de esos personajes en específico me llamó la atención, el único de estos "héroes" que realmente tenía super poderes, Dr. Manhattan, su separación de la "normalidad" lo hacía casi parecer un paciente que sufre del síndrome de Asperger, que en términos sencillos se puede entender como una "ceguera emocional", es decir el no poder ser empáticos con los sentimientos de los demás y ser por demás analítico.
Personalmente muchas veces me han tachado de ser poco sensible y de ver todo como si fuera cuestión de análisis, por ello creo que terminé siendo informático, aunque este síndrome ni siquiera se lo considera como una enfermedad, muchas veces se lo asocia con la reacción de las personas que tenemos la tendencia a ser netamente pragmáticos.
Es conocido que en el ámbito científico e investigativo casi todos terminamos con un perfil similar, desde el momento en el que nos preocupamos como funciona todo, como hacer que las cosas encajen, de repente vemos la vida como un holos, un todo, una máquina con la que simplemente necesitamos saber manejar para poder cambiar. El único detalle es que no somos los únicos actores y existen múltiples factores exógenos y endógenos que pueden alterar el resultado.
Recuerdo inclusive que desde que era pequeño me preocupaba inclusive por entender en mi cabeza cosas que el resto daba por sentadas, por ejemplo, por qué cada palabra que pronunciaba significaba algo, si decía mamá me preguntaba, porqué estos sonidos que salen de mi boca son reconocidos por ella, en qué momento realicé la asociación y porqué esa combinación de letras en específico tienen tantas asociaciones para mi y para el resto... Imaginen a un niño de 8 años pensando ese tipo de cosas... y luego pasar a pensar en cosas tan simples como las Tortugas Ninjas...
Probablemente en este momento algunos pensarán que sí es cierto, que soy un insensible o que no se puede analizar a los seres humanos y sus interacciones de esa manera, que están las emociones, la esperanza, el amor, etc... Es cierto, todos esos factores nos condicionan como seres humanos, pero también es cierto que todos son producto de nuestra mente, que todos pueden ser explicados y hasta manipulados para obtener un resultado en específico (sino pregúntenle a Sigmund Freud y Jacques Lacan.. je je.. si vivieran).
A pesar de todo este análisis y asumiendo que soy un insensible, existe un pero. Igual que como nos enseñan en la universidad al hacer un análisis de un sistema complejo, las variables que no podemos controlar, las que dependen de otro sistema, esas son las que nos pueden hacer reír, llorar o creer en la humanidad e inclusive en que el amor existe.
Aunque esto parezca bizarro después de toda esta palabrería, tiene un sentido muy fuerte en el caso de la historia de Watchmen, aunque en el medio hay muchas historias de conflictos personales, sueños, tristeza, etc... Todo se reduce a que cada uno puede entender algo diferente y que de hecho esa comprensión es la que tomemos las decisiones, que pensemos en que a pesar de que podemos saber exactamente cual va a ser el resultado de las cosas o cómo podemos controlarlo, preferimos la incertidumbre y tan sólo creer.