Hace ya 2 semanas que recibí un correo dirigido hacia Guayaquil en Bici, contándonos que había un par de argentinos que estaban recorriendo Sudamérica en bicicleta, que habían salido desde Santa Fe y ya estaban en Ecuador, específicamente en Guayaquil.
Curiosidades del destino, habían coincidido con 2 fechas especiales, una era el 8 de marzo (día internacional de la mujer) por la cual se había organizado un evento especial llamado "Rodada de Altura", el cual es de ámbito latinoamericano y ellos querían estar presentes el día del evento para registrar la actividad y conocer un poco más.
La otra fecha especial era el 10 de marzo, que aparte de ser el día de cumpleaños de este loco al que están leyendo acá, también coincidía con el cumpleaños de uno de ellos, Diego, con quien luego tuvimos la oportunidad de compartir.
Necesitaban un lugar dónde poder quedarse un par de días más, para poder estar en el evento y para que el cumple de Diego no los encuentre en la carretera. Conversamos, buscamos cómo ayudarlos, pero con el evento tan cerca, se volvía un poco complicado, hasta que recordé que la casa donde crecimos mis hermanos y yo ya no está llena como antes, la mayor parte de nosotros ya tomó algún camino que nos hizo buscar nuestro propio espacio y decidí conversar con papá para ayudarlos y que puedan quedarse unos días más, nos unía no sólo la bicicleta, también el compartir el día de cumpleaños y ya luego conversando recordamos que nos unen los sueños y más que nada nos une latinoamérica como tal.
Una de las primeras dudas que saltó a mi cabeza fue saber qué los había motivado a recorrer medio continente en sus bicicletas, y me respondieron de la manera más sincera que podía haber imaginado: "porque queríamos, porque podíamos". Muchos se llenan la boca diciendo que hacen X o Y cosa por salvar el mundo, o por mejorar el nivel de vida, y demás cosas que se les podrían cruzar por la cabeza... Pero lo cierto es que en su mayoría las razones que nos llevan a hacer este tipo de cosas son más básicas, más simples, sin embargo eso no les resta importancia.
Ellos mismos se han denominado "Héroes Innecesarios", porque están haciendo cosas que quizá no cualquiera podría hacer, pero según Mariano (uno de ellos) nadie se los había pedido, ni lograban nada extraordinario. Quizá en ese momento no se los pude comentar, pero realmente sí es extraordinario lo que hacen y también lo que logran a su paso por los lugares conocen.
En mi caso específicamente me hicieron recordar que los sueños no se hacen realidad por arte de magia, ni por casualidad, mucho menos sin sacrificio. Por más que sea exactamente lo que te gusta, como te gustaría pasar parte de tu vida, recorriendo caminos difíciles, aprendiendo, pero sobre todo, disfrutando de la experiencia.
En nuestras vidas a menudo nos encontramos con momentos difíciles en los que simplemente quisiéramos poder ignorarlos, o dejarlos a un lado... Quizá hasta se nos llega a cruzar por la cabeza que sólo a "nosotros" nos pasa eso y nos dejamos vencer, sin pensar siquiera en que realmente puede ser algo mucho más sencillo de lo que imaginamos. O que aunque fuere difícil, otras personas con los mismos problemas o con cosas más complicadas aún, luchan a diario para salir adelante y mantener una sonrisa en la cara.
Es por ello que creo que Diego y Mariano no son unos Héroes Innecesarios, son realmente muy necesarios, son el tipo de ejemplos que hace falta ver para ponernos a pensar, para decir hoy voy a dar un paso adelante, recorrer un poco más, buscar lo que realmente me hace feliz, y si no lo conozco, seguir buscando, sin importar el destino el camino nos dará experiencias y probablemente no sólo una respuesta, sino sabiduría y abrir los ojos lo suficiente como para notar las cosas que estando ahí, tan cerca se nos hacen tan difíciles de disfrutar o de notar.
Les recomiendo que le den un "me gusta" a su fan page en Facebook, y le den una mirada a lo que escriben periódicamente en su blog, para saber en qué parte de Sudamérica están, y ver fotografías impresionantes de las cosas que han visto y encontrado en el camino, quizá en algún momento los puedan conocer y compartir con ellos.